¿Te sientes identificado/a con algunas de estas situaciones?
– Estás desbordada/o con la situación que estás viviendo.
– Estás agotada/o de lidiar con tu día a día y sientes que necesitas un respiro.
– Piensas que tu vida ha cambiado mucho y desearías volver atrás y recuperar todo aquello que eras y podías hacer.
– Vives con ansiedad, angustia o tristeza profunda y quisieras encontrar un modo mejor de vivir.
– Quisieras aprender más de ti para vivir mejor.
– Te sientes muy solo/a e incomprendida/o en el manejo de tu enfermedad.
– Convives con una persona con enfermedad y, a veces, te desborda la situación.
– Crees que se te han acabado las herramientas para acompañar a la persona que tienes al lado.
– Te gustaría poder entender y comprender mejor a la persona que amas.
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Con acompañamiento podrás llegar a:
Con acompañamiento podrás llegar a:
– Sentir que tienes una vida normal y puedes disfrutar de ella.
– Considerarte una persona merecedora y digna de amor, respeto y admiración.
– Adaptarte de un modo beneficioso para ti a las circunstancias.
– Conocerte a ti misma/o y potenciar/desarrollar creativamente herramientas que te sean de utilidad para tu día a día.
– Establecer y desarrollar relaciones más reales y armónicas.
– Reconocer y desarrollar herramientas creativas para acompañar la enfermedad.
– Establecer una buena relación contigo mismo/a y tus circunstancias.
– Permitirte ser libre en tu autenticidad y unicidad.
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Empleo de diferentes técnicas, herramientas y recursos adaptados a tus necesidades y a tu ritmo de profundización.
Se acepta pago por transferencia bancaria, bizum y paypal. La opción que mejor te convenga.
Sin personas intermediarias. Habla directamente conmigo sobre tus dudas o cualquier cuestión que te surja por teléfono o correo electrónico.
El respeto, la presencia consciente, la entrega al aquí y ahora y la empatía son mis máximas en terapia.
«Los sanadores son personas heridas que aprenden a curarse a sí misma; y al aprender a recuperar su salud adquieren la capacidad de curar a otras personas. Es un proceso espontáneo y natural.
La vocación de sanadora es muy parecida a la vocación de enfermarse, pues tiene que ver con la vocación del descontento, de no conformarse con lo que otras personas se conforman.
Una sanadora es alguien que conoce demasiado sus heridas. Todos nacemos heridos, por el impacto de nacer al mundo. La mayor parte de la gente se adapta, pero la sanadora es el extremo contrario: tiene demasiado contacto con su experiencia. Y ese descontento la lleva a que no le queda otra opción que arreglarse el alma, encontrando en ese camino cosas que otras personas no encuentran.»
Claudio Naranjo
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